El Open Finance llegó para quedarse. América Latina y Colombia avanzan en la regulación del Open Finance. Este modelo de intercambio de datos, que permite compartir la información financiera de las personas, está abriéndose camino entre los países de Latinoamérica. Su éxito responde a que promueve la inclusión y la competencia en la prestación de servicios financieros, a través de la creación de productos que se ajustan a las necesidades de cada consumido y hablar de la regulación del Open Financer.
Para entender cómo llegó el Open Finance a América Latina, primero es necesario hablar del Open Banking. Un modelo en el que los bancos comparten entre sí la información de sus clientes. Surgió en 2016, en Reino Unido, cuando la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA) emitió una norma que obligaba a las entidades a intercambiar la información de los usuarios, permitiendo desarrollar productos financieros innovadores.
Sus beneficios llevaron al Open Banking a expandirse rápidamente a otras regiones del mundo, como a la Unión Europea, Japón, Singapur, Nueva Zelanda, Australia, Canadá y América Latina. Al poco tiempo, los países se dieron cuenta de que el Open Banking no es suficiente. En consecuencia, avanzaron hacia el Open Finance. Un modelo en el que se intercambian todos los datos financieros de las personas, como inversiones, seguros, declaración de impuestos, entre otros.
Al tratarse de modelos de intercambio de información sensible, los países debieron crear normativas que regularan su funcionamiento, en aspectos como: entidades que pueden participar, tipo de datos a intercambiar, protección de información, entre otros. A continuación, le contamos, cómo está el panorama normativo en la región.
México y Brasil: pioneros en regulación
En América Latina, el país pionero en legislación de Open Finance es México. En 2018, se promulgó la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, también conocida como Ley Fintech. En su artículo 76, se estableció que todas las entidades financieras están obligadas a compartir su información para facilitar el intercambio de datos entre bancos y terceros autorizados. Sin embargo, no fue sino hasta marzo de 2020, que el Banco de México emitió disposiciones para implementar este intercambio de información.
Ahora, para el caso de Brasil, en 2019, el Banco Central y el Consejo Monetario Nacional aprobaron el Open Banking, como una estrategia para modernizar el sistema financiero brasilero. Su implementación fue dividida en diferentes fases: 2020, 2021 y 2022.
En Perú, Argentina y Chile, por su parte, todavía no existe una regulación específica para el Open Banking ni el Open Finance. No obstante, diferentes instituciones están empezando a promover el uso compartido de datos financieros. Incluso, algunos bancos en Argentina, con la autorización de sus clientes, iniciaron pruebas piloto para aprovechar este modelo de intercambio de información.
Colombia: en el camino hacia la regulación del Open Finance
En el país, la reglamentación todavía se encuentra en una fase temprana. En octubre de 2021, la Unidad de Regulación Financiera (URF) publicó un documento titulado: “Modelo de finanzas abiertas en Colombia”, el cual sirve para sentar las bases regulatorias en esta materia.
Al mismo tiempo, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público elaboró una propuesta de decreto relacionado con el Open Finance. En él, se detallan las normas para el intercambio de datos de los consumidores financieros entre las diferentes entidades. Se espera que, en este año, la propuesta sea llevada al Congreso de la República para convertirse en ley. Sin importar el país, las distintas iniciativas regulatorias en América Latina buscan innovar y transformar los productos financieros en beneficio de los consumidores. Sentando las bases para un intercambio de información en el que se protejan los datos y sean los clientes quienes decidan qué hacer con ellos. Si quieres conocer más del Open Finance, te invitamos a ingresar aquí.